Círculos: Singulares

Singulares
Exposición de retratos fotográficos
Hotel Kafka (Hortaleza, 104. Madrid. info@hotelkafka.com)
Del 11 de julio al 3 de septiembre de 2009

Dicen que las manos son el espejo del alma. Con ellas, nos relacionamos físicamente con el entorno, tocándolo, manipulándolo, moldeándolo, y las identificamos de inmediato con el sentido del tacto. Las manos nos sirven para saludar y son el instrumento más útil para alimentarnos. Sus caricias pueden proporcionar placer o aliviar el dolor si las utilizamos para masajear. Dolor que también pueden producir cuando se convierten en herramientas para golpear.
Con las manos pueden producirse algunas maravillas que estimulan otros sentidos, como la música, la escritura, el dibujo... Las manos también cuentan historias. En ellas han quedado labradas muchas de las vivencias que han conformado la personalidad de un individuo, sus trabajos, sus enfermedades, sus tensiones emocionales... También hay quienes dicen leer el porvenir en sus surcos.
Son como el ADN de cada persona puesto al descubierto. No hay dos manos iguales; ni siquiera lo son las dos de cada uno. Retratar las manos es como retratar los rostros. Las de cada individuo tienen una personalidad diferente y en cada imagen está parte de su historia.
He pedido a los modelos que me mostraran sus manos. También les he pedido que me mostraran aquello de sí mismos que consideraran consustancial con sus personas. El resultado es una colección de retratos de doble dirección, la que me lleva a mirar al fotografiado y la que él mismo quiere mostrar.
Son fotos singulares. En singular, por su unicidad, en plural, por haber sido creadas por fotógrafo y modelo en un ejercicio de desnudez y confianza.

Javier Herrero (para S.G., la descubridora de mundos)