Assira
Markoye, Burkina Faso, 2000Foto y dibujos: Javier Herrero

En la que entonces era la casa de mi amiga Binta, en Markoye, un pueblo al norte del país, en el sahel, siempre había compañía de gente. Amigos que charlaban conmigo, preguntándome por mi vida y mi país y contándome sus problemas y sus alegrías vitales. Y, sobre todo, niños, que, curiosos, me acompañaban donde fuera o donde estuviera. Una de esas jóvenes personas que más me impresionó fue Assira, una niña que por aquel entonces tenía 12 años y que ya se acercaba a esa edad africana en la que se convierten irremediablemente en mujeres y madres (y trabajadoras sin pausa, algo de lo que ya tienen experiencia desde que aprenden a caminar y a coger cosas). Los ojos de esta niña deslumbran por su expresividad, una mirada que parece encerrar dentro todas las miradas del mundo, todas las ansias de aprender y de conocer otras cosas que aquellas que el pobre terruño donde habita le puede ofrecer.
Unos meses después, decidí dibujar su expresión. Pero el primer apunte me incitó a realizar uno nuevo. Y, tras este, otro más. Y así sucesivamente, casi a diario un apunte, hasta llegar a 30 dibujos que distorsionan el gesto, que modifican la técnica, pero que quisieron ser todos un hmenaje a la que ya debe de ser una mujer hermosa e íntegra (Burkina Faso quiere decir El país de los hombres íntegros. Yo creo que se olvidaron de las mujeres... una vez más).
Aquí os presento los 30 dibujos en una animación (y la foto original que pude hacerle a Assira).
Javier Herrero
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